Saturday, February 26, 2011

120 horas en el ombligo del país (Parte II).

Martes 08 de febrero, 2011



Mientras el mundo se despierta y se prepara para irse a cumplir con sus obligaciones, yo duermo. Me levanto pasadas las 10 para tomar un baño con toda la calma del mundo y prepararme para dos cosas: tu regreso y mi cita vespertina con la UAM Xochimilco. Cuando regresa la gente, vamos a Lahuma por comida corrida; sopa de espinacas, ensalada de betabel con jícama (sin aderezo porque el mesero estaba muy ocupado mandileando con la de la bicicleta como para acordarse de traerlo), flautas de pollo (tan grandes que no pude con ellas), agua de tamarindo y de postre la porción perfecta de un ate rosita de no se qué. La cuenta fueron $50 pesos... $50 pesos y podría no comer hasta mañana.

Nuestro amigo con nombre ficticio (ya no recuerdo cual era así que usaré otro) Seth me lleva a aprenderme la ruta que me llevará a la escuela deseada. Un taxi que nos dejó en Tasqueña, donde tomamos un microbus que nos dejó exactamente frente a la entrada de la UAM sobre la Calzada del Hueso. Llegamos justo a tiempo para subir los escalones del edificio Q (el de las ventanas) y lograr nuestro destino: la entrevista.

En un cuarto semi-pequeño, casi un cubículo, me reciben un señor y una señora con cara de que saben mucho y son importantes y se sientan across the table. Nervios, pero ya estaba ahí sentada, ya no podía rajarme... empiezan a platicarme que decidieron darme una entrevista porque les sorprendió mi currículum que, con tan corta cuenta de años en mi vida (sí, se encargaron de mencionar más veces de lo necesario cuán joven les parecía) parecía estar bastante completo e interesante.

También hubo interrogatorio de por qué quería una maestría, sobre mi experiencia, sobre mi proyecto y sobre algo curioso: la señora que según dijo 'no quería sonar muy maternal' me preguntó que si cómo iba a hacer para yo (tan pequeña e indefensa) vivir sola en la Ciudad de México, después de venir de (provincia) Mexicali. Después de una carcajada que no pude esconder, le dejé claro (o al menos lo intenté) que mis ganas era como iba a lograrlo.

"Nos vemos pronto, estaremos publicando resultados el 16 de marzo" fueron las últimas palabras que saqué de aquellos dos. ¿En serio? pensé rápidamente... ¿volé 3,000 kilómetros por segunda vez en menos de un mes para estos 10 minutos? Ok, espero los resultados valgan la pena.

Microbus de regreso hasta Tasqueña, luego el Tren Ligero que nos dejó frente a Miguel Ángel de Quevedo (ya siento que este señor es mi amigo). Ahí nos encontramos todos para ir al Fondo de Cultura Económica y pudieras comprar el libro indispensable para tu tarea (nunca concluida) y tu agenda de $200. Después Café Jarocho vecino, para comprar unas tortas que pedimos para llevar porque ahí no había espacio para nosotros. En la mesa la comida y 3 reyes. Después la Canción del Pulque / intermedio / terminar la canción. Scott Pilgrim que, aunque pudo contra todos los evil exes, no pudo contra nuestro sueño.



Continuará nuevamente.

1 comment:

  1. pues encontré esto del blog y chismosie un poco jaja, es por que ahora vivo lo mismo que tu sobre la maestría es terrible estar a la expectativa. saludos

    ReplyDelete