120 horas en el ombligo del país (Parte IV).

Jueves 10 de febrero, 2011.

Decidí no desperdiciar ni un minuto más de los que me restaban en la ciudad, así que me bañé, me puse bonita, estudié un par de veces el mapa de Google y el del metro, tomé mi dinero, mi teléfono y mis lentes de sol y salí de la casa aprovechando que no había nadie más en ella. Tomé el ya familiar metro Miguel Ángel de Quevedo, bajé en Centro Médico para tomar correspondencia a la línea café con dirección Tacubaya y seguí hasta la estación Patriotismo.

Llegué a la calle, caminé, actué como si conociera la ciudad desde siempre, así como si estuviera en Mexicali (que por cierto, pasé una calle con ese nombre y por miedo a verme muy turista, me abustuve de tomarle una foto al letrero). Finalmente llegué a Astral Freaks y luego de media hora en el vestidor, le perdí el amor a unos doce cientos de pesos y le gané el amor a dos pantalones que (por cierto, me hacen "ver bien") me encantaron.

Ya muy feliz con mis compras en mano, decidí caminar un par de cuadras más hasta Teavana y disfrutar de un riquísimo White Geisha mientras observaba a la gente pasar y disfrutaba de un buen camellito azul, como tenía mucho tiempo sin hacer.

De regreso al metro y al depa, donde hicimos cosas deliciosas en la cocina: pasta con salsa de tomate, champiñones, ajo, chile de árbol, atún, queso... después de reposar la comida y la caminada de la mañana, decidimos buscar un museo; el Franz Mayer fue el elegido, pero desafortunadamente estaba cerrado cuando llegamos y tuvimos que ir a Bellas Artes, donde vimos la parte más representativa del muralismo mexicano.

Quisimos Cineteca pero no había funciones a tiempo, entonces caminamos en el centro hasta que sin querer nos topamos con un café muy suave (el de Enmedio, de nombre y ubicación) y nos tomamos un moka, un café americano cortado y un delicioso strudel de manzana con nieve de vainilla. Regreso, metro hasta la madre de lleno. Casa.

Mucho trabajo por hacer, cada quien en lo suyo con ocasional apoyo en comentarios de canciones o temas de interés de nuestras tareas. Break para cenar nopales asados con queso oaxaca encima y jugo de manzana Boing, que no nos decepcionó. Acabar derrotados en las madrugadas y dormir, cansadísimos mentalmente.